En rigor, el lunes comienzan las vacaciones de invierno en Tucumán. En los hechos, este es el primer fin de semana del receso. Y si bien las medidas sanitarias no se han relajado, desde el sector turístico tienen puestas sus esperanzas en la posibilidad de que se activen los viajes, luego de que, hace unas semanas, se firmara un convenio de libre circulación en el Norte para quienes viven en Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja. Esto implica que quienes tengan residencia en esas provincias solo deberán mostrar ante las policías camineras un certificado que se obtiene en la página oficial.
Además, para quienes opten por moverse dentro de los límites tucumanos, se han diseñado nueve opciones, a fin de diversificar los paseos para que no se produzcan aglomeraciones que activen los contagios de coronavirus. Esas alternativas se encuentran en San Miguel de Tucumán, San Javier, El Cadillal, San Pedro de Colalao, Tafí del Valle, Talapazo, Quilmes y Lules. "En el Valle Calchaquí se destaca la posibilidad de conocer los talleres de los artesanos y las bodegas. También es posible realizar recorridos por espacios que nos sacan totalmente de nuestra rutina, como la Ciudad Sagrada de Quilmes. En el otro extremo, al sur, el Parque Nacional Aconquija y la Feria de Simoca se erigen como buenas opciones. Y finalmente las personas que prefieran algo mucho más cerca pueden disfrutar de El Cadillal", sugiere a este diario Elena Colombres Garmendia, subdirectora del Ente de Turismo de Tucumán. A continuación, algunas de las opciones para escaparse cerca del Gran Tucumán a pasar el día:
Por la ciudad sagrada. El centro interpretativo de la Ciudad Sagrada de los Quilmes es uno de los puntos turísticos más atractivos de la provincia, al punto que la Feria Internacional de Turismo lo destacó, un par de años atrás, como uno de los mejores destinos de la Argentina. Y en estas vacaciones de invierno, las comunidades vallistas abrirán las puertas a sus tradiciones y costumbres más ancestrales, como siempre.
Cerca de la naturaleza, en el Parque Nacional Aconquija. Aunque menos visitado que otros lugares de la provincia, el Portal Campo de los Alisos, dentro del Parque Nacional Aconquija, es un sitio ideal para desconectarse de la rutina en las vacaciones. Allí, el visitante puede detenerse a escuchar los sonidos de la naturaleza y admirar la diversidad de la flora y fauna de la provincia.
La ruta del vino. Las bodegas tucumanas están en pleno desarrollo. Los turistas antes tenían que llegar hasta Cafayate para encontrar las mejores bodegas. Ahora, en cambio, el vino tucumano completa la ruta de los Valles Calchaquíes. Sus cerca de veinte bodegas brindan una actividad turística admirable. Además de la ruta del vino, también se puede realizar la ruta del artesano, que arranca en las proximidades de Tafí del Valle.
Paseo por El Cadillal. El dique El Cadillal es una de las opciones preferidas de los tucumanos. Esta vez, desde el Ente recomiendan transitar los circuitos habilitados. Además de un picnic, también se puede optar por almorzar en algunos de los locales gastronómicos. Para los amantes del agua, es el lugar óptimo para realizar deportes acuáticos, como pasear en lancha o en catamarán o remar en kayac.
San Javier. Escaparse a pasar el día en San Javier es suficiente para romper con la rutina y descansar. Además de la clásica visita al Cristo Bendicente y de recorrer los puestos de artesanos, se puede visitar la cascada del río Noque. Otra alternativa es quedarse en el camping de la ciudad Universitaria, donde se encuentra el lago, que cuenta con patos y peces.
Un paseo por la historia. Si alguien decide pasear por la peatonal Congreso, donde se erige el Museo Casa Histórica de la Independencia y sus alrededores, seguramente es posible que se tope con algún prócer. Es que del 9 al 25 de julio, tanto por la mañana como por la tarde, artistas de la compañía Los Intérpretes recorrerán el Casco Histórico de la ciudad vestidos de época, y revivirán los momentos claves que condujeron a la formación de la Argentina, en el marco del ciclo "Secretos y misterios de la Independencia".
Recorridos guiados por las iglesias. El Ente de Turismo organizó dos actividades que prometen cautivar la atención en la zona de las iglesias: la primera propone una visita guiada a los principales templos del centro de San Miguel de Tucumán, como la Catedral, la Basílica de la Merced y la Iglesia Santo Domingo, todas emblemáticas por su contenido histórico y religioso. La propuesta, que consiste en recorridos peatonales de 50 minutos y tiene cupos limitados, está abierta de jueves a domingos a partir del 10 y hasta el 31 de julio de 9.30 a 12.30 y de 17 a 20 horas con inscripciones y salidas desde la oficina de Informes ubicada en la esquina de las calles 24 de Septiembre y 9 de Julio. La segunda actividad es más amplia, pues propone visitar diferentes sitios religiosos en el interior de la provincia, como la Iglesia San Pedro y la Gruta de Lourdes -en San Pedro de Colalao-, el Monasterio Benedictino -situado en El Siambón- y el Pozo de San Francisco Solano -junto a la Iglesia Sagrado Corazón de Trancas-. Las visitas comienzan este sábado, de 9 a 18 horas, con salidas desde la Oficina de Informes.
Entre los ríos sanpedrinos. San Pedro de Colalao es uno de los destinos más elegidos por los tucumanos para disfrutar del break invernal. Enmarcada por los ríos Tipas y Tacanas, la villa cuenta con innumerables atractivos para esperar al turista. Una de esas opciones es el sitio arqueológico Piedra Pintada, a unos nueve kilómetros de la zona urbana. La gruta de la Virgen de Lourdes, en la entrada al pueblo, constituye otro punto. Para los más chicos, quizás el divertimento principal sea un paseo por la reserva fitozoológica Carlos Pellegrini, que cuenta con quinchos y asadores.
Talapazo y su día a día. Talapazo es un pequeño poblado ubicado a siete kilómetros al oeste de la ruta nacional 40, dentro del recorrido de valles Calchaquíes. Su entrada se encuentra sobre dicha carretera, a 26 kilómetros de Amaicha del Valle y a seis kilómetros al sur de Colalao del Valle, aproximadamente. En esta comunidad viven alrededor de 24 familias que se dedican al cultivo de papa, zapallo, algarrobo y un sinfín de hierbas curativas que naturalmente crece en la zona. Recientemente, comenzó su actividad relacionada con el turismo rural comunitario. La idea es que el visitante sea parte de la cotidianidad y participe de las actividades del poblado, como sacar leche de las cabras u observar la cría de animales. Es fundamental comunicarse con el Ente para realizar reservas, porque la capacidad de alojamiento es limitada. Además, hay un quincho donde se prepara comida típica, pero también se debe dar aviso para que tengan preparado el almuerzo, ya que la llegada de visitantes no es tan fluida.
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